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El trabajo a realizar esta orientado a cultivar y mantener la salud y el bienestar, aumentando el nivel vibratorio con el propósito de integrar un mayor nivel de consciencia en nuestro hacer cotidiano. Puede ser practicado por cualquier persona más allá de su edad, fuerza o habilidad.
Como ejercicio con el Chi Kung se consigue una mayor flexibilidad y sensibilidad, además de incrementar vitalidad. Como arte curativo contempla el cuerpo de forma orgánica equilibrando cuerpo, mente y mundo emocional. La práctica se realiza sin línea divisoria entre lo externo y lo interno, con una mirada holística, buscando el equilibrio del sujeto en interrelación con el medio.
En la práctica concreta, nos centraremos en armonizar rítmicamente nuestra respiración con el movimiento, junto a la atención e intención y ejercicios de estiramiento, así como en la introducción de elementos básicos de bioenergética taoista para facilitar la experiencia meditativa.